Procediendo de lo alto hacia abajo el complejo volcánico hospeda cenosis (asociación de especie) pioneros que colonizan los depósitos de cenizas y las coladas lávicas, a partir de las extensiones de Stereocaulon vesuvianum, un liquen fruticoso típico de este área, dominante incontrastable sobre las coladas lávicas más recientes. El liquen reviste completamente las lavas vesubianas con un espeso manto grisáceo y las pinta de un gris argénteo que dona reflejos argentados en las noches de luna llena. En las coladas más antiguas al Stereocaulon vesuvianum se acercan plantas vasculares de la vegetación pionera, entre las cuales la valeriana roja(Centranthus ruber) la perpetua amarilla (Helichrysum litoreum)la artemisia (Artemisia campestris).
Las lavas producidas en el curso de la erupción de 1944, por los fenómenos de colonización y evolución de los cenosis (asociaciones) vegetales, representan el biotopo más interesante del Parque Nacional del Vesubio. En estas coladas todavía se pueden observar exclusivamente los cenosis más primitivas compuestas de liquenes y briófitas. El período de descanso de la actividad volcánica, que se prolonga ya de 1944, ha permitido lo progresivo establecerse de fases más avanzadas de colonización. La actividad de las fumarolas, señal en superficie de vitalidad del complejo volcánico, se manifiesta dentro del Grande Cono que se formó con el último acontecimiento eruptivo de 1944.

El sustrato piroclástico sumamente incoherente y grosero y en continuo movimiento desmoronadizo, que caracteriza todas las laderas del Grande Cono a partir de los 900 m de cuota hasta la cumbre, determina condiciones ambientales más áridas.

Al interior del cráter es presente una secuencia subvertical de lavas y escorias que localmente evidencia la presencia de fumarolas. Éstas son caracterizadas por temperaturas de acerca de 100° y predominantemente emiten vapor ácueo y anhídrido carbónico. Significativa en estas cenosis es la presencia del helecho Pteris vittata, un relicto terciario bastante raro, interesante porque no se encuentra en un ambiente completamente favorable pero dónde en cambio logra vegetar gracias al calor emanado por la actividad de las fumarolas.
El sustrato sólo permite la colonización a un reducido número de especies; además del Stereocaulon vesuvianum son presentes especies cuál Artemisia variabilis, Centranthus ruber, Helicrisum litoreum, Rumex scutatus.

Las laderas altas del Grande Cono, de la cumbre hasta a unos 900 metros sobre el nivel del mar son cubiertos por arenas y lapilli incoherentes, cuya vegetación pionera es constituida por especies herbáceas perennes en rápida evolución hacia estadios más complejos con presencia de entidades arbustivas como las retamas Cytisus scoparius, Spartium junceum y Rumex scutatus.

